miércoles, 24 de junio de 2009



Cierro los ojos y puedo ver cómo lo miras. Apartas dulcemente su cabello, y lo besas de la misma forma que lo hacías conmigo. Puedo reconocer esa mirada, esa manera de sonreír torciendo el labio mientras te acercas lentamente. Puedo, y hoy estoy un poco menos vivo por ello.

La traición y la distancia producto de ese fotograma que danza una y otra vez por mi cabeza no son nada comparados con la idea de perderte, y pese a que sé que no soy más que una pieza descolgada de tu harém, mi corazón pide tenerte y soy incapaz de odiarte.

Cada segundo que respiro te echo de menos. Pero aunque no quiera ver las cosas, están ahí, martilleándome...susurrándome que no me quieres, que no te importo ni lo hice nunca.

Oigo cómo te ries de mi, comienzo a ser consciente de un juego en el que se me incluyó sin permiso, y pierdo hora a hora las ganas de vivir, porque la vida no es vida sin ti.

Una nueva carcajada, más fuerte...NO PUEDO MÁS!!!!!